jueves, 20 de octubre de 2011

Los Maravillosos Cuentos



En las vacaciones de Verano, antes de que mis hijos entraran a clases, hicimos una limpieza general de cajones, libreros, juguetes, ropa, y demás chunches; que me da por hacer siempre en Diciembre cuando salen de vacaciones, antes de iniciar el Año Nuevo y en Verano, antes de iniciar el año escolar. Y haciendo limpieza y decidiendo que se quedaba y que ya no; me encontré con que había muchos libros de Sara que realmente ya no estamos usando (todos los que están en la foto) y que pueden servir a otros niños, porque ella ya tiene otros, más acordes a su edad. Así que depuramos un poquito (porque tiene ya más de 100 libros) y aprovechamos para recordar cómo le gustaban ésos libros a Sara y cuántas y cuántas veces los leímos y releímos.
Y hoy quiero platicarles precisamente de los Cuentos. Para empezar, me gustaría decirles que yo no concibo la vida de ninguno de mis hijos, sin un libro. Yo aún recuerdo y conservo el primer libro que me regaló mi papá (“Platero y Yo”) y varios que me dio después, como El Principito (la primera vez q lo leí no lo entendí muy bien, y ahora lo he leído 20 veces y siempre le encuentro algo nuevo y maravilloso), Corazón Diario de un Niño, mi preferido! (un libro que adoro porque el libro que tengo, era de mi papá cuando estaba chiquito!!!) y siempre me he imaginado que así de bueno como el personaje principal, era mi padre de niño; Genoveva de Brabante (también tengo el que era de mi papá y su hermana), Las aventuras de Tom Sawyer (quién no creció con esa historia maravillosa?), La cabaña del Tío Tom (te dejaba con el alma en un hilo y aprendías de lo más duro y también de lo más valeroso que puede ser la naturaleza humana), El libro de la Tierras Vírgenes ( que incluye el maravilloso libro de la selva), Las aventuras de San Juan Bosco, etc. Y todos y cada uno de ellos, se los volví a leer a mis hijos cada noche, hasta que ellos encontraron su propio gusto por la lectura.
A Sara aún no le leo ninguno de ellos, pero tiene muchos cuentos que le encantan y que desde hace mucho lee ella sola (aunque yo siempre le sigo leyendo un ratito cada noche).
Pero hoy quiero platicarles que con Sara, y con mis otros hijos, aprendí algo maravilloso, que no me costó mucho entender, porque tiene toda la lógica del mundo y porque personalmente como psicóloga, como docente y como mamá, he visto que funciona. Y esto es: NO leer cuentos de “fantasía” a los niños, hasta después de los 6 años (más o menos, según vean la madurez de su hij@). Ésto, como ya lo podrán imaginar, porque un niño hasta antes de los 6 años, aún no cuenta con las herramientas necesarias para discernir, para distinguir! entre lo que es real y lo que no. Entonces le vamos a estar metiendo elementos que él aún no puede manejar en su cabecita, y qué necesidad hay de esto, si hay muchos cuentos maravillosos de cosas de la vida real; y los clásicos de hadas, duendes, seres fantásticos o animales que hablan, pueden esperar! Esperar a que nuestr@ hij@ tenga bien afianzado lo que es real y lo que es ficción, lo que sucede en la vida cotidiana y lo que solo sucede en los cuentos. Si no, cómo le queremos explicar después que las personas no vuelan, que los monstruos no existen, que las ardillas no hablan; si se los leemos y leemos con un entusiasmo tan real, constantemente.
Luego cuando tienen terrores nocturnos (m m m m), les queremos explicar de mil maneras que eso no existe! Que no es real! Y no hayamos qué decirles para que capten la diferencia entre lo existe y lo que NO!! Y cómo lograrlo? si tenemos años leyéndoles sobre seres imaginarios, advirtiéndoles sobre los niños que les crece la nariz si dicen mentiras, asustándoles con el coco que se los va a llevar si no se duermen, la bruja que va a venir si no se comen la sopa, y mil distorsiones más; que el niño nos cree! Nos cree porque somos “adultos” y los adultos (para él) saben todo, porque somos sus papás y no “mentimos”, nos cree porque todo es nuevo para él y nosotros le estamos ayudando a construir su realidad. Entonces . . . Qué necesidad de comenzar por lo que NO es REAL??? Si hay mucha literatura maravillosa, sobre cosas y acontecimientos de la vida R E A L?
Yo sé que se mueren de ganas por leerle a sus hijos, los clásicos con los que ustedes crecieron (La Cenicienta, Blanca Nieves, Pinocho, Hansel y Gretel, La Bella Durmiente, Los Tres Cerditos, Caperucita Roja, El Gato con Botas, El Patito Feo; en fin, los cuentos de Andersen, de Perrinault o de los hermanos Grim, etc, etc. Que son MARAVILLOSOS y nadie dice que no; pero por cada uno de ellos, hay veinte más, que puedes leerle a tu hij@, antes de llegar a la fantasía tan maravillosa; pero que como todo, tiene su edad. Y te aseguro que cuando sea el momento, hasta lo van a disfrutar más!
Los cuentos clásicos los encuentras en cualquier librería y hasta en el Supermercado, sino es que hasta tienes aún los tuyos o de los hermanos o los primos de tu hij@; o los que le han regalado en los cumpleaños (guárdalos, como los juguetes que no crees adecuados aún para él/ella); y sé que no es tan fácil conseguir cuentos que no traigan fantasía, pero los HAY!! Te lo digo porque la mayoría de los cuentos de Sara son así. Aún con que ya leemos los clásicos, seguimos adquiriendo muchos cuentos hermosos sobre personajes e historias de la vida real. Nada menos, por acá (no sé en tu región), se han puesto de moda unos libros para las niñas de la edad de Sara que se llaman: “Judy Moody” (Judy Moody se vuelve famosa, Judy Moody cambia look, Judy Moody salva el planeta, etc.) de una autora Norteamericana llamada Megan Mc Donald; y otros que se llaman “Junie B.” (Junie B. en primer grado, Junie B. hace trampa, etc.) de la Autora Barbara Park, también Estadunidense. Y son libros que narran de manera muy amena y simpática, el día a día de unas niñas que asisten al colegio y relatan sus aventuras, las de sus compañeros y de sus peculiares familias; pero aparte de contar sus anécdotas y las cosas graciosas que les suceden (con las que tod@s l@s niñ@s se identifican); siempre tiene un mensaje positivo el desenlace de sus relatos; cosa por la cual, yo estoy encantada con esta serie de libros!
Y cuando Sara estaba más pequeña, tenía muchos libros de historias reales como: en la granja del abuelo, de visita en el zoológico, ya no le temo a la obscuridad, lo que hace un niño cuando no va a la escuela, del papalote que construyeron, de cuando se le cayó un diente al personaje, de lo que no le gusta comer a otro, de cuando aprendió a andar en bici, lo que los maestros no saben hacer, lo que las mamás no pueden hacer (simpatiquísimos), y muchos, muchos otros títulos de libros entretenidos, interesantes, divertidos, creativos y del mundo real! Ya bastante ficción tienen, con la vida que les está tocando vivir, no te parece??
Lo importante es que siempre tengas un libro a la mano de tu hij@, y cuando digo “a la mano”, lo digo LITERALMENTE; es decir, de dónde él lo pueda tomar cuando quiera! (un canasto o un librero bajito), porque aunque no sepa leer, ve las imágenes y las letras, y si ya se lo has leído; comienza a imaginar las historias, y hasta te puede narrar todo, como si estuviera leyendo! (mi hijo Francisco, se aprendía los cuentos y te los narraba de cabo a rabo, como si supiera leer). Y trata de leerle TODAS lo noches, aunque sea algo cortito. Empieza según la edad de tu hij@, con libros que tengan imágenes muy vistosas y pocas y grandes letras (de hecho, de bebés es casi pura imagen, y dos o tres palabras). Luego, poco a poco que la imagen vaya siendo más pequeña y más grande el párrafo, y así hasta llegar el día en que ya sea puro texto. Pero para esto, tiene que pasar MUCHO tiempo. A Sara, aún le gusta que los libros tengan imágenes (y a quién, no? A mí me gusta!), y aunque ya muchos de sus libros no traen muchas (o ninguna); siempre se detiene un buen rato, cuando encuentra una en medio de la lectura, y me gusta verla cómo la examina y la relaciona con el texto.
Bueno, esto de la lectura es algo fascinante para mí, y si no me detengo ahora, podría seguir hablando varias entradas sobre lo mismo. Solo les quiero recordar que comiencen a leerles a sus hijos, desde los primeros meses de nacidos y hasta que ellos solos disfruten la lectura en silencio. Es un hábito que aparte de desarrollarles mucho el lenguaje, la comprensión, la atención, la imaginación, la ortografía! etc; va a crear un lazo muy bonito entre ustedes y te aseguro vas a volver a disfrutar enormemente todas esas historias junto a tu hij@; y creeme que una vez inculcado este hábito, él nunca estará solo!
Vale la pena, no crees??


*Hay varias editoriales en específico, que son muy buenas, porque están enfocadas en la literatura para Niños; pero para encontrar la que a tí te guste, tienes que hojear y leer los libros, antes de comprárselo a tu hij@ (porque también hay literatura barata, q no vale la pena). A dónde vayas y veas libros, hojealos! Te puede sorprender la cantidad de buenos libros (y en ocasiones de bajo costo) que puedes encontrar. Yo, ande dónde ande, si veo un libro que contiene una buena historia, letra apropiada, imágenes agradables, contenido no muy extenso para Sara; lo compro! Aunque lo piense utilizar más delante, y así es como nos hemos hecho de una pequeña biblioteca infantil. También en las ferias de libros encuentra uno, editoriales y obras maravillosas. Una editorial que es de mis preferidas y tenemos muchos libros de ella, es: SCHOLASTIC. Búscala, te va a encantar los libros que maneja (es literatura de autores muy bien escogidos).



“Nunca será pobre, aquel que tenga unos padres que lo amen, y una casa llena de libros”