Sara se acaba de ir de campamento 7 días!!!
En la escuela donde está Sara, organizan un viaje cada año a algún lugar en dónde los niños tengan oportunidad de convivir con la naturaleza y practicar actividades al aire libre y de campismo. Por lo general visitan lugares preciosos, rodeados de árboles, montañas, ríos, o enclavados en alguna Sierra, en dónde existen posadas dedicadas específicamente a organizar campamentos para niños; con las instalaciones adecuadas, los suficientes recursos y personal para hacer de la estadía de los pequeños, una experiencia inolvidable.
Mis otros hijos fueron todos los años hasta que se graduaron de esa escuela, y era un gusto enorme verlos regresar llenos de anécdotas, de historias; con piedras, palos, hojas y todo lo que pudieron recolectar; y maravillados con todos los animales que descubrieron, o los que cuidaron; las caminatas que hicieron, las tirolesas, las herramientas que construyeron, los arcos, las fogatas, los paseos a caballo o en cayac; los atardeceres, o los días con lluvia; los rallys o las bases scouts; los cuentos y leyendas, y mil cosas más que disfrutaron enormemente y apreciaron, con toda la fascinación y admiración con que contempla un niño, lo mismo el escarabajo más pequeño, que la cascada más grandiosa.
Y todo eso, lo va a empezar a vivir hoy Sara. Tuvimos dos semanas previas, que no hablaba de otra cosa; que todos los días quería preparar ya su maleta, que nos repetía todo lo que tenía que llevar (que por supuesto se aprendió de memoria), que le comentaba a todos cómo se llama el lugar a dónde va y lo que van a hacer allá. Y hoy por fin, se fue por primera vez, a un viaje en dónde no vamos a estar nadie de la familia.
Ya cuando estaba en Casa de Niños (preescolar 3-6 años), había estado en campamentos que hacen ahí mismo en los jardines del Colegio, pero de una sola noche y al día siguiente la recogíamos temprano (esto mismo, para irlos preparando para los campamentos grandes). Siempre le dan la opción al niño de asistir o no, y por supuesto que Sara, como sus hermanos, no tuvo ni que pensarlo; ella dijo Sí, desde el primer momento.
Hemos estado todos en casa, emocionadísimos junto con ella; fuimos todos juntos a comprar las cosas que le faltaban, como pilas para su lámpara de mano, bloqueador solar, repelente para mosquitos y otros detalles que con lista en mano, ella misma iba marcando. Le ayudamos a preparar su maleta y su refrigerio para el camino (son 5 horas de viaje) y casi creo que no quería dormir de la emoción, pero cayó rendida como siempre; y a las 8 de la mañana, ya estábamos en el colegio.
Todos confiamos en que le va a ir MUY BIEN, que lo va a disfrutar muchísimo y va a ser una experiencia inolvidable para ella. Sus Guías y todas las maestras del colegio demostraban plena confianza en lo bien que se va a desenvolver allá, y nos querían transmitir la seguridad de que todo iría de maravilla (lo que no saben es que no lo dudamos ni tantito) y se los agradecemos mucho. Así que la dejamos en el camión, rodeada de personas que la quieren muchísimo. Ah! Y por supuesto su mejor Amiga y ella, inmediatamente apartaron lugar para ir juntas en el camión.
Pero tengo que reconocer que, junto con toda la tranquilidad, la alegría y el gozo que me da, verla emprender esta travesía sola; ¡ya la estoy extrañando! Creí que era la única, porque mi esposo me dice, cuando viajamos él y yo solos, que siempre me estoy acordando de los niños en cada detalle que veo. Y a unas horas de haberse ido Sara, empecé a hacer mención de algunas cosas que a ella le hubieran gustado o hubiera hecho de estar ahí, y todos se rieron de mí (hay mamá, no la sueltas!); pero esta tarde cuando recogí a mi hija Carmina de su partido de foot ball, me dí cuenta que no era la única; veníamos escuchando una canción en el radio, e inmediatamente dijo; “Sara y yo, ya vendríamos cantando esa canción”(de Justin Bieber, por supuesto) y un poco después hizo otra mención de algo que le recordó a su hermana. Ya en la noche, también el hermano mayor ha comentado algo que nos hizo a todos, acordarnos con una gran sonrisa, de Sara.
Confiamos en que ella no se esté acordando de nosotros, de lo fabuloso que se la está pasando!
“La mejor ayuda que puede darse a una persona, es enseñarle que no necesita ayuda”